Lo dijo Bob Dylan. Y lo repitió Greta Thunberg: Los tiempos están cambiando.
El clima está evolucionando de manera preocupante hacia un escenario en el que la temperatura media sube, los chubascos son tormentas tropicales y el verano es prácticamente una sequía anual. Pero el clima no es lo único que se está desbaratando: los recursos energéticos se están agotando a nivel mundial. Según los expertos, al ritmo actual, las reservas totales de petróleo se agotarán en 2040. Y por el mismo camino van el carbón y el resto de consumibles fósiles. La única solución parece ser consumir menos. Menos de todo, pero especialmente menos energía.
Y ya no estamos hablando de un reto o de un buen propósito, es una necesidad inexcusable, porque no vamos a tener opción. Por eso ya hay muchas compañías suministradoras de gas, por ejemplo, que han empezado a hacer pruebas con el Nitrógeno. Añadiendo pequeñas cantidades (de momento) a un circuito de gas natural. Y produciendo Nitrógeno verde (si no sabes que es, te recomendamos este artículo). Se trata de sustituir en un plazo medio los consumibles fósiles por energías renovables. A ese proceso le han llamado la “descarbonización” y empresas como Thermor ya se han puesto las pilas y han empezado a testar sus productos (como las calderas Logic por ejemplo) para que estén preparados para esa transición energética. O han reforzado algunos de sus procesos de I+D para continuar evolucionando sus productos basados en energías renovables, como la aerotermia. Tecnología en la que se basa toda la gama de bombas de calor de la marca y que te ayudan a disminuir hasta un 70% el consumo eléctrico.
Ese, de hecho, es el mensaje que este año Thermor ha utilizado para lanzar su campaña de comunicación. Esperemos que sea una tendencia a la que se sumen muchas más compañías de muchos más sectores.