A la hora de elegir un tipo determinado de sistema de calefacción para nuestro hogar debemos tener en cuenta una serie de criterios que nos permitan que nuestra elección sea acertada.
Lo primero que debemos pensar es que cada habitación posee una función y que dependiendo de las necesidades y actividades desarrolladas en ellas se necesitará un tipo de calefacción y control térmico u otro.
Desde un principio debemos considerar aspectos como:
- Tipo de habitación
- Actividades que se realizan en ella
- Cuánto tiempo se pasa en la habitación
- Con qué frecuencia se utiliza
Ya sea un lugar de paso, o bien un espacio en el que se pase la mayor parte del tiempo, es necesario identificar cuáles son las necesidades para así escoger el aparato más adecuado.
Es importante tener presente también el tipo de habitación, es decir, si se trata de un cuarto principal como salón o dormitorio lo ideal sería utilizar un radiador suave con inercia con el que podremos conseguir un calor envolvente; o por el contrario, si es una habitación de servicio (cocina, aseo, trastero…) o de paso es mejor optar por radiadores en los que el módulo de calefacción permita elevar rápidamente la temperatura, consiguiendo una rápida subida de la temperatura de la habitación
Se trata de buscar una solución adaptada a cada una de las habitaciones de nuestra vivienda, ya que estos equipos ofrecen no sólo diseño y estética, sino también innovación, funciones programables y opciones de ahorro.
Todos productos Atlantic disponen del sello Total Confort como garantía de un óptimo rendimiento en cada uno de los criterios de confort térmico, por ello es recomendable atender a su clasificación para garantizar una óptima elección y conseguir una temperatura del hogar que se ajuste a nuestras necesidades, gustos y estilo de vida.