Cocina sostenible

3 recetas para combatir el cambio climático

Mucho se ha hablado ya de cómo consumir menos carne puede ayudar a prevenir los gases invernadero. Pero comer más verduras no debería ser la opción «gourmet» que se construye sobre productos alternativos más caros o sucedáneos altamente procesados. El cambio debería ser hacia un modelo sostenible para el planeta, para nuestro bolsillo y para nuestra salud.

Aquí os proponemos tres recetas asequibles y fáciles de preparar para que podáis iniciar vuestra pequeña revolución verde desde la cocina.

Haz tu propia Leche De Avena

La avena es probablemente el camino más sabroso para sustituir la leche de vaca. Pero en el súper pueden hacerte pagar casi el doble de lo que cuesta un litro de leche convencional. Por eso es tan buena idea prepararla de manera casera.

Además, la leche de avena tiene una menor huella ambiental que la de la soja o la de almendras. Y es que para producir un litro de bebida de avena, se necesita menos de una quinta parte de agua y recursos de los necesarios para producir esa misma cantidad de leche de almendra. Y no digamos en comparación con la leche de vaca: para conseguir un litro de bebida de avena se requiere tan solo un 20% de la tierra que se necesita para que una vaca genere cada litro de leche.

Ingredientes

  • 1 taza de avena 3,5 tazas de agua
  • 1 dátil sin hueso (si te gusta muy dulce)
  • 1 pizca de sal

Proceso

Ponemos todos los ingredientes en un vaso batidor y mezclamos durante un minuto. Lo colamos con una gasa y… ¡tachan!. Dura hasta una semana en el refrigerador y es la leche de avena más deliciosa que jamás hayas bebido.

Patatas a la importancia

Otra buena manera de dar valor a los recursos naturales es crear platos “gourmet” con ingredientes sencillos y económicos. Y en eso ninguna receta gana al clásico español de “Las patatas a la importancia”. Dicen los libros que la receta se remonta a finales del S. XVIII y consiste en tratar los tubérculos con los procesos que se emplean normalmente para cosas como los calamares o el pollo.

Ingredientes para 4 pax

  • 3-4 patatas medianas
  • Harina y 2 huevos para rebozar
  • Aceite de oliva para freír
  • 1 cebolla mediana
  • 1 pellizco de hebras de azafrán
  • 2 dientes de ajo
  • Perejil
  • 100 ml de vino blanco
  • Agua o caldo de verduras para cubrir las patatas

Proceso

Pela las patatas, lávalas y corta rodajas de 1 cm de grosor aproximado. Cubre el fondo de una sartén amplia con un dedo de aceite de oliva y pon a calentar a fuego medio.

Rebozas las rodajas de patata primero en harina y luego en los huevos batidos y las fríes en el aceite por ambas caras hasta que estén doraditas. Ves poniéndolas en una cazuela amplia para cocerlas luego.

Pela y pica finamente la cebolla. En otra sartén con aceite limpio (que, evidentemente puedes luego reutilizar varias veces antes de reciclarlo) sofríes la cebolla a fuego bajo hasta que esté transparente. Mientras tanto, puedes pelar los ajos y majarlos en un mortero junto con las hebras de azafrán y un poco de perejil. Cuando la cebolla esté lista, vuelcas el majado en la sartén y remueves hasta que el ajo quede hecho.

Agrega el vino y cocinar hasta que quede muy poco líquido. Lo viertes todo en la cazuela de las patatas y lo cubres con agua o caldo.

Cuece con la cazuela tapada unos 25 minutos hasta que las patatas estén tiernas. Si prefieres un plato un poco más caldoso, puedes añadir un poco más de agua o caldo. Sírvelo con un poco más de perejil fresco espolvoreado por encima.

Ah, y recuerda que las mondas de patatas son ideales para enriquecer tu compost.

Habitas tiernas con crema de guisantes

Y para acabar, un plato más ligero, pero igual de sostenible y lleno de sabor. Ideal para la temporada de leguminosas.

Ingredientes para 4 pax

  • 8 gr. de miel de flores
  • 400 gr. de guisantes
  • 1 vaso de caldo de verduras 
  • 400 gr. de habas
  • 8 dientes de ajo
  • Un par de ajos tiernos para emplatar

Proceso

Cuece 400 gr. de habas en agua que las cubra generosamente con una hojita de laurel. Cuando estén tiernas las retiras y aprovechas el mismo caldo de cocción para cocer los 400 gr. de guisantes.

En un cazo a parte confitamos los ajos cubriéndolos con un poco de aceite y con el fuego al mínimo. Es importante que el aceite no llegue a hervir.

Para elaborar la salsa trituramos los guisantes con el caldo y reservamos. Utiliza un aro para emplatar con el siguiente orden: primero una base con la miel de flores, encima las habas, los ajos confitados y unas láminas de ajos tiernos. Y remata el plato con la salsa de guisantes.

¡Buen provecho!



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