Tener la gran suerte de disponer de una segunda residencia, ya sea en la playa, en el campo o en un pueblecito con encanto, es fantástico. Y te ofrece una oportunidad perfecta para desconectar del ritmo diario y recargar energías en cualquier momento del año. No solo en verano: también en Semana Santa, en los puentes largos o incluso durante un fin de semana improvisado.
Pero para poder disfrutar del confort de tu segundo hogar desde el primer minuto, conviene dedicarle algo de atención antes de cada estancia. Una casa cerrada durante semanas o meses puede esconder pequeños problemas que, si se detectan a tiempo, no tienen por qué empañar tus días de descanso.
1. Haz una revisión general antes de instalarte.
Lo ideal, si puedes, es planear una primera visita rápida para hacer una pequeña inspección antes de instalarte del todo. Abre las ventanas para ventilar, revisa que no haya humedades, comprueba el estado del mobiliario y asegúrate de que todo funciona como debe: grifos, cisternas, electrodomésticos, iluminación, etc.
Asegúrate de que puertas y ventanas ajustan correctamente: muchas veces las fugas de temperatura son el peor enemigo de la eficiencia energética.
Y, si puedes, hazlo esos días antes de las vacaciones para tener margen en caso de tener que hacer alguna reparación.
2. Revisa las instalaciones clave: agua, luz y climatización.
En la vivienda, después de estar cerrada durante un tiempo, es fundamental asegurarse de que las instalaciones principales están en buen estado. Verifica que no haya fugas de agua, sube los diferenciales del cuadro eléctrico y prueba el sistema de climatización. Si tienes aerotermia, una caldera o un termo eléctrico, es buena idea encenderlos con tiempo para asegurarte de que todo está listo para cuando llegues, o, si hay algún problema, tengas tiempo de avisar al servicio técnico.
También puedes valorar instalar soluciones que te permitan controlar la temperatura o el consumo desde el móvil. En ese aspecto, Thermor te ofrece distintas soluciones de conectividad para gestionar el confort a distancia. Puedes encender el termo, programar la calefacción por aerotermia… Tienes todos los detalles en el apartado de conectividad de thermor.es.
3. Limpieza, tanto interior como exterior.
Una limpieza a fondo siempre es recomendable tras un periodo de cierre. Retira el polvo, revisa la ropa de cama, limpia los filtros del aire acondicionado y echa un vistazo al estado de las juntas y las ventanas. Si la casa tiene jardín o terraza, aprovecha para hacer un repaso del exterior: cortar el césped, regar las plantas o colocar plantas nuevas, limpiar los muebles de exterior, etc.
Si sabes que solo irás en fechas puntuales, valora utilizar fundas protectoras para evitar que los muebles acumulen suciedad innecesaria o se estropeen.
4. Comprueba la seguridad.
Aunque no sea la vivienda habitual, es importante que esté protegida. Revisa cerraduras, persianas, puertas de acceso y ventanas. Si no tienes instalada una alarma o sistema de vigilancia, puedes optar por alternativas sencillas como cámaras con sensor de movimiento o enchufes programables para simular presencia.
También puedes hablar con algún vecino de confianza para que eche un vistazo de vez en cuando.
5. Adapta la casa a tu estilo de vida.
Una segunda residencia también puede ser un lugar para desconectar, relajarse o incluso teletrabajar. Plantéate hacer pequeñas mejoras que aumenten la comodidad: una silla ergonómica, una zona de sombra más amplia en la terraza, renovar algunos textiles o elementos de decoración, o aprovechar para mejorar el aislamiento térmico y ahorrar en climatización.
¡Ah! Y no olvides revisar el botiquín, reponer productos básicos de la despensa… y asegurarte de tener todo lo necesario para empezar las vacaciones sin preocupaciones.
En resumen, dedicar unas horas a preparar tu segunda residencia puede marcar la diferencia entre unas vacaciones tranquilas o unos días llenos de imprevistos. Con un pequeño esfuerzo inicial, ganarás en tranquilidad y mejorarás la eficiencia energética de tu casa. Y eso se traducirá en una estancia más confortable.