¿Alguna vez has notado una relación entre tu dolor de cabeza, fatiga o dolor articular y un cambio en el tiempo que hace? Si es así, podrías ser meteorosensible. La meteorosensibilidad es la sensibilidad a los cambios climáticos y puede afectar a muchas personas en todo el mundo. En este artículo, te contamos más sobre la meteorosensibilidad y cómo el clima puede afectar nuestra salud.
La meteorosensibilidad se refiere a la capacidad de una persona para percibir y reaccionar a cambios climáticos como alteraciones en la presión barométrica, la humedad y/o la temperatura. Y algunos de los síntomas que pueden experimentar las personas meteorosensibles son bastante molestos: incluyen dolores de cabeza, fatiga, dolor articular y muscular, ansiedad, irritabilidad y depresión.
Según el libro «Meteorosensibles: cómo el tiempo influye en nuestra salud», los cambios climáticos pueden afectar a nuestro cuerpo de muchas maneras diferentes. Por ejemplo: los cambios en la temperatura pueden provocar cambios en la circulación sanguínea y en la presión arterial, lo que puede causar dolores de cabeza y fatiga. Por su parte, los cambios bruscos en la humedad del ambiente acostumbran a afectar a las vías respiratorias, lo que puede agravar dolencias como el asma o generar episodios de tos inesperados.
Así que, si eres meteorosensible, es importante que aprendas a manejar tus síntomas y a prepararte para los cambios climáticos. Algunas formas de hacerlo incluyen:
- Mantén un registro de tus síntomas y de los cambios climáticos para detectar patrones. Puedes usar una aplicación del tiempo para registrar la temperatura, la humedad y la presión barométrica.
- Aprende a identificar los desencadenantes de tus síntomas y evítalos en la medida de lo posible. Por ejemplo, si descubres que los cambios en la humedad te afectan de manera especial, puedes instalar un deshumidificador en casa. Pero, si te parece que en tu caso la causa de las afecciiones son los cambios de temperatura, asegúrate de tener un buen sistema de confort térmico en casa.
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga. Está comprobado que son grandes aliados para reducir la ansiedad y el estrés que acostumbran a potenciar los síntomas.
En resumen, la meteorosensibilidad es una dolencia real que afecta a muchas personas en todo el mundo. Lo más difícil es, sin duda detectarla, pero una vez diagnosticada, hay soluciones para paliar sus efectos. Habla con tu médico sobre tus síntomas y cómo manejarlos. Él (o ella) puede recomendarte tratamientos específicos para combatir y/o aliviar los síntomas. O, en su caso, remitirte a un especialista para que valore tu caso personal.