La evolución del cambio climático está haciendo más que evidente que debemos concentrar esfuerzos en reducir el consumo de combustibles fósiles. Es lo que llamamos el proceso de descarbonización. Evidentemente, una de las soluciones más obvias es avanzar hacia la electrificación de nuestro sistema energético y utilizar energías renovables. Pero basar todo nuestro consumo planetario en electricidad es casi imposible. Afortunadamente parece que en el horizonte empieza a vislumbrarse una posibilidad real de generar energía basándonos en un nuevo proceso que implica combustibles sin emisiones de dióxido de carbono. Como el hidrógeno, una alternativa que parece que se está asentando como viable en la sustitución de los hidrocarburos fósiles que hoy estamos consumiendo.

En su combustión el hidrógeno no genera más que agua limpia. Lo que parece ya un cambio más que radical. Pero el hidrógeno se genera por hidrólisis, por lo que en su producción es necesario el consumo de electricidad. Y cuando esa electricidad inicial es obtenida mediante energías renovables como la eólica o la solar es cuando podemos hablar de “Hidrógeno verde”. Un combustible que no genera emisiones contaminantes y que “nace” de fuentes renovables.

Parece que el hidrógeno verde jugará un papel importante en el proceso de descarbonización. Por eso Thermor ha empezado ya a hacer pruebas con sus calderas y ha preparado su gama de calderas de condensación Logic para adaptarse a esta transición energética.

Está claro que la energía es, cada vez, un bien más preciado. Y nuestro consumo va a tener que cambiar. Afortunadamente hay empresas como Thermor que trabajan para adaptarse a los nuevos avances científicos que pueden ayudarnos a conciliar nuestra sociedad con el planeta que habitamos.