Hoy en día un 11% de los hogares españoles se abastecen de forma diaria de energías renovables, un porcentaje que continúa creciendo, en parte gracias a los pasos legislativos que se están dando actualmente hacia el autoconsumo. Uno de las medidas propulsoras del aumento de este tipo de energías ha sido, pese a que desde tiempo atrás se venían empleando fuentes renovables para el consumo doméstico, ha sido la Directiva 2009/28/CE puesta en marcha por el Parlamento y Consejo Europeos, relativa al uso de energías procedentes de fuentes renovables para lograr reducir hasta un 20% el consumo energético en el año 2020.
Así, a raíz de la implantación del ya conocido “Objetivo 2020”, el Gobierno decidió crear el PANER o Plan Nacional de Energías Renovables 2011-2020. Debido a la necesidad de reducir emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y crear hábitos y usos más responsables con el medio ambiente, estas políticas están calando incluso más allá de los espacios rurales, donde suponen para muchos ciudadanos y empresas una opción sostenible y de ahorro eficiente.
Los espacios urbanos son el nuevo y necesario foco de atención de las energías renovables, de ahí la extensión de conceptos como las denominadas “Smart Cities” o de celebraciones como el Año Internacional de la Energía Sostenible para todos, que tiene lugar durante todo este 2012.
Llegados a este punto la cuestión es: ¿qué energía procedente de fuentes renovables será más adecuada para tu piso? Estos son las elecciones de nuestros expertos:
Aerotermia: se trata de uno de los sistemas más eficientes tanto para calentar como para refrigerar una vivienda. Consiste en energía procedente del aire exterior, por lo que se convierte en una fuente de energía gratuita e inagotable para la obtención de calefacción ecológica. Además los sistemas de recuperación del aire, así como los fluidos que emplea, no contaminan ni producen efectos negativos para la capa de ozono.
Para emplear este tipo de energía es necesaria la instalación en el piso o en el edificio de una bomba de calor, un equipo que absorbe y recupera la energía exterior del aire y transfiere el calor al circuito interior de la calefacción de la vivienda. Refrigerando también el ambiente en verano y gestionando la producción de agua caliente sanitaria. Uno de los ejemplos más eficientes de bomba de calor es la Alféa, que permite obtener ahorros energéticos muy importantes gracias a sus altos rendimientos (COP superiores a 4 en todas las gamas) y a su vez recuperar hasta un 75% de energía procedente del medio natural. Además permite gestionar una o dos zonas independientes de calefacción y puede instalarse en obra de nueva construcción, en reformas o bien como apoyo a una caldera ya existente, mejorando el rendimiento general de la instalación.
Otro de los equipos idóneos para la colocación en pisos es Aéromax, una bomba de calor para ACS que permite reducir hasta un 80% la factura eléctrica en comparación con un termo eléctrico convencional, así como las emisiones de CO2. Al incluir regulación flexible con funciones automáticas, se convierte en un auténtico “Smart Termo”, que optimiza la bomba de calor para ofrecer el mejor balance posible entre confort y eficiencia.
Solar: esta energía es ya todo un clásico en sostenibilidad. Para poder disfrutar de ella en la vivienda es imprescindible la colocación de captadores solares, que pueden situarse en azoteas, fachadas exteriores o incluso en terrazas. Los paneles de Thermor, al estar recubiertos de selectivo ETA Plus, ofrecen más cobertura por metro cuadrado. Además la gama de captadores horizontales y verticales permite una múltiple configuración de la instalación, en función de las distintas necesidades, consiguiendo minimizar el impacto visual.
No obstante, si te decantas por la energía solar te interesará conocer la solución con para viviendas unifamiliares Biopac, que presenta una garantía de 7 años en el captador CSP 2.0 de alto rendimiento y de 5 años en la cuba.
¿Por cuál de estas alternativas sostenibles te decantas en tu vivienda?