Los 10 errores más comunes al poner la calefacción (y cómo evitarlos)

Cuando llega el frío, no hay nada como llegar a casa, cerrar la puerta y sentir ese calorcito que te hace pensar “por fin aquí”. Pero a veces, incluso teniendo calefacción, el ambiente tarda en calentarse y no acaba de ser confortable… o la factura sube más de lo esperado. Y la mayoría de las veces no es culpa del sistema, sino de pequeños hábitos que repetimos sin darnos cuenta.

La buena noticia es que casi todos estos errores tienen una solución muy sencilla. Con algunos gestos prácticos, tu casa puede ser mucho más eficiente, más cálida y con un consumo mucho menor.

Estos son los fallos más habituales y cómo evitarlos.

1. Subir demasiado la temperatura del termostato
Es muy típico: hace frío, entras en casa y lo pones a 25 °C para que caliente más rápido. Pero no funciona así. La calefacción no acelera al subirle grados: solo consume más.

Cómo evitarlo:
Mantén la temperatura entre 19 °C y 21 °C. Cada grado adicional aumenta el consumo alrededor de un 7 %. Si a 21 °C sigues notando frío, lo más probable es que el problema sea el aislamiento.

2. Encender y apagar la calefacción continuamente
Apagarla cuando parece que ya hay calor suficiente o cada vez que sales un momento, hace que el sistema trabaje de forma poco eficiente y consuma más.

Cómo evitarlo:
Mantén una temperatura estable y utiliza programación horaria o termostatos inteligentes.

3. Radiadores cubiertos
A veces colocamos un sofá, una cama o una cortina delante sin pensar… pero si el calor no circula, no sirve de nada tener una buena instalación.

Cómo evitarlo:
Deja unos 30 cm despejados.
Evita muebles grandes o cortinas pesadas delante.
Si usas cubre-radiadores, asegúrate de que tengan buena salida de aire.

4. No purgar los radiadores
Con el tiempo se acumula aire dentro, lo que provoca zonas frías y menos capacidad de calentamiento.

Cómo evitarlo:
Púrgalos al inicio del invierno. Si oyes burbujeo o notas frío en la parte superior, toca purgar. Después revisa la presión de la caldera.

5. Pérdidas de calor que no se ven
Un piso puede estar bien calefactado y seguir sintiéndose frío si el calor se escapa por pequeños puntos.

Cómo evitarlo:
Instala burletes en puertas y ventanas.
Utiliza cortinas o alfombras si el suelo es frío.
Cierra habitaciones que no uses para concentrar el calor.

6. Ventilar durante demasiado tiempo
Ventilar es necesario, pero hacerlo 20 o 30 minutos en pleno invierno enfría completamente la vivienda.

Cómo evitarlo:
Ventila entre 5 y 10 minutos con corriente cruzada.
Evita hacerlo en las horas más frías del día.

7. Falta de mantenimiento
Un sistema sin revisar calienta menos, consume más y puede darte problemas sin avisar.

Cómo evitarlo:
Haz una revisión anual.
Limpia los filtros y revisa la presión periódicamente.
Un sistema ajustado puede ahorrar entre un 10 % y un 20 %.

8. Calentar estancias vacías
Uno de los errores más fáciles de resolver… y uno de los que más ahorro genera.

Cómo evitarlo:
Cierra puertas y regula radiadores con válvulas termostáticas.
Prioriza las zonas que realmente usas.
Aprovecha la inercia térmica: una casa bien cerrada mantiene mejor el calor.

9. No aprovechar el sol
El sol, incluso en invierno, es una fuente gratuita de calor.

Cómo evitarlo:
Abre persianas por la mañana si tienes buena orientación.
Cierra al anochecer para conservar el calor acumulado.

10. Elegir un sistema de calefacción poco adecuado
Cada vivienda tiene necesidades distintas y un sistema mal elegido puede resultar caro e incómodo.

Cómo evitarlo:
Evalúa las características de la vivienda antes de renovar el sistema.
Valora opciones como aerotermia o radiadores de baja temperatura.
Y lo más acertado, es realizar la consulta a un profesional para dimensionar bien la instalación.

En resumen:
La calefacción es clave para sentir tu hogar realmente acogedor en invierno. Pero más allá del sistema que tengas, la manera en que lo usas marca una gran diferencia. Evitar estos errores es fácil y tiene un efecto inmediato: más confort, menos consumo y un hogar mucho más agradable.

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Una buena elección combinada con un uso consciente es la mejor fórmula para disfrutar de un hogar cálido, cómodo y realmente eficiente.



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