El Ecoturismo es, según la definición de la Sociedad Internacional de Ecoturismo, “el viaje responsable a las áreas naturales para conservar el medio ambiente y mejorar el bienestar de las personas locales”.
Nació en los años 80 haciendo frente al turismo de masas, buscando una práctica más responsable y consiguiendo así minimizar el impacto ambiental y social contribuyendo activamente a su conservación, aumentar la conciencia y respeto por el ambiente y la cultura mediante la educación y experiencias positivas del viajero.
El objetivo principal de esta nueva modalidad es conseguir un turismo respetuoso con el entorno ambiental y social, evitando el turismo de masas siempre que sea posible. Apostar por unas vacaciones solidarias y/o educativas y descartar los destinos turísticos que sean ‘desastres urbanísticos’, es clave para llevar a cabo un turismo sostenible. Se trata, en realidad, de conseguir generar el menor impacto posible en el destino elegido, y basar nuestro viaje en el respeto y disfrute de la naturaleza y la cultura local. Viajar, en resumen, de una forma comprometida y respetuosa, con la naturaleza y las personas, huyendo de todo aquel turismo de masas que genera un gran impacto sobre el territorio y la población.
Para practicar este tipo de turismo sostenible deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:
Desplazamiento: elegir el medio de transporte que mejor se adecúe a nuestra ruta, y escoger dentro de lo posible transporte público. El tren suele convertirse el ideal en estos casos.
Alojamiento eco-friendy: suelen estar integrados en su entorno, su espíritu es low, utiliza productos de km 0 y energías renovables. Actualmente, hay alojamientos certificados repartidos por toda España, estando principalmente presentes en Asturias, Cataluña, Castilla y León, Extremadura, Navarra, Galicia y Andalucía.
Actividades: impulsa actividades de bajo impacto con el entorno, que respeten la fauna y la flora y sean sostenibles, y también las que respetan a las personas locales de la zona y a su comunidad.
Existen otras pequeñas prácticas sostenibles, como llevar los billetes en formato digital y no en papel, reutilizar las toallas durante la estancia evitando el gasto excesivo de agua, o llevar cantimplora de agua para evitar comprar embotellada.
Ahora, pasar las vacaciones de forma eco-lógica y sostenible es una opción que cada día tiene más opciones y que nos permite un estilo de vida sostenible y más respetuoso con el medio ambiente.