Más allá de la actualidad más inmediata, es evidente que desde hace tiempo los costes de la energía se están disparando de manera exponencial. Los combustibles fósiles empiezan a buscar su lugar en los libros de historia y la electricidad se ve obligada a reinventarse y a vincularse con fuentes renovables. En todo su ciclo. Desde las fuentes generadoras de corriente hasta los métodos combinados de consumo. Como la energía solar y la aerotermia.

Y si es cierto que la energía solar ya lleva suficiente tiempo entre nosotros como para haber roto clichés y conquistado tejados, la aerotermia es aún un misterio para muchos. Pero, mientras su sostenibilidad y especialmente su alta eficiencia impulsa al mercado hacia esta opción, surgen a su alrededor los clásicos mitos y leyendas que a menudo acompañan a las nuevas tecnologías. Por suerte, los profesionales y científicos se han encargado de desmentir con datos la mayoría de estos falsos rumores. Pero, por si alguno aún te genera dudas, te lo explicamos con detalle.

“Aquí hace mucho frío, la aerotermia no funcionará”

Aunque la aerotermia se basa en aprovechar las calorías del aire exterior para calentar nuestro hogar, que haga frío no es ningún problema. Las bombas de calor aerotérmicas modernas están diseñadas para trabajar con temperaturas exteriores que pueden ir incluso más allá de los 20º bajo cero. Y prueba de ello son las estadísticas. En Noruega, por ejemplo, esta tecnología está ya calentando el 60% de los hogares. Además, en lugares donde la temperatura desciende incluso por debajo de los -20º, se puede combinar con resistencias eléctricas, con solar o con geotermia para aumentar su rango de trabajo sin tener que comprometer la eficiencia de la instalación.

“Muy moderno y sostenible, pero el gas es más barato”

El precio de la energía se tiene que valorar siempre en función de lo que nos puede aportar. ¿Cuánto gas necesitamos para calentar nuestra casa? ¿Y cuantos Watios?

Aunque es verdad que el precio inicial de instalar aerotermia es aún un poco más elevado que el de montar una caldera de gas, una bomba de calor aerotérmica multiplica por 4 la eficacia de cada Kw que consume. Y eso hace que, al final del mes, el consumo sea de hasta un 40% menos que con una caldera de gas convencional. En otras palabras, antes de que te des cuenta, el equipo está amortizado y estás obteniendo un ahorro 100% limpio. Y eso sin contar todo el CO2 que le estarás ahorrando al planeta.

“La aerotermia solo funciona en edificios nuevos y muy bien aislados”

Probablemente, esta confusión proviene de que los radiadores de aerotermia trabajan habitualmente a temperaturas más bajas que los radiadores convencionales. Y, aunque hay aerotermia de alta temperatura, un buen diseño en la distribución del calor es más que suficiente para asegurar el máximo confort en cualquier estancia. Puedes poner radiadores de baja temperatura, fancoils o incluso suelo radiante. Seguro que tu casa será la más confortable del barrio. Incluso en verano, porque otra de las grandes ventajas de la aerotermia es que con el mismo sistema puedes refrescar el ambiente en verano. Sin accesorios ni ningún coste extra.

“La aerotermia hace mucho ruido”

Es curioso que mucha gente utilice ese argumento cuando en nuestro país nadie se plantea el ruido de un aire acondicionado. Y la unidad exterior es prácticamente la misma. El sonido de un equipo Alféa de Thermor, por ejemplo, no supera los 35 dB. Un nivel que se podría comparar con el de una calle en un barrio residencial, o el de una biblioteca.

Si quieres saber más, puedes consultar la gama de productos basados en aerotermia de Thermor en su web.

Además ahora puedes beneficiarte de las subvenciones económicas por instalar energías renovables impulsadas por la Unión Europea.