Lo bueno de instalar un termo

A veces parece que el agua caliente pueda resolver cualquier problema. ¿Te duele la cabeza y estás un poco mareado? Una buena ducha. ¿El cansancio está pudiendo contigo? A la ducha. ¿Un día duro y estresante? Arréglalo con un bañito caliente.

Hay pocas cosas tan satisfactorias como abrir el grifo y empezar a disfrutar del confort. Y uno de los métodos más sencillos para tener agua caliente es instalar un termo. Algo que en algunas regiones de España es la primera opción, pero que en otras suena exótico o inesperado. Si los termos han creado grandes aficionados es porque continúan teniendo ventajas respecto a otros sistemas para generar agua caliente. Y con los años, la tecnología está haciendo evolucionar estos electrodomésticos para hacerlos mejores y más sostenibles.

Es indiscutible que un termo no es una fuente de agua caliente ilimitada. Pero bien dimensionado puede resolver las necesidades de cualquier hogar.

Os hemos preparado un resumen de sus principales ventajas.

1. Facilísimo de instalar

Basta con conectar las tomas de agua fría y caliente y enchufarlo a la red eléctrica. Además, puedes ponerlo en cualquier habitación, sin necesidad de ventilación o, incluso, en un falso techo si es un modelo que permite su montaje en horizontal.

2. Sin apenas mantenimiento

Un termo no necesita revisiones anuales y su mecanismo es tan simple que es muy difícil que necesites la ayuda de un servicio técnico para reparaciones. Como mucho se recomienda un mantenimiento básico del servicio técnico para que revise el ánodo de sacrificio cada 3 o 4 años. Y si encima se trata de un termo con resistencia cerámica envainada en caso de que sea necesario el técnico puede cambiar la resistencia sin necesidad, ni tan solo, de vaciar el equipo.

3. Agua caliente al instante

Con un termo, el agua ya está caliente cuando abres el grifo. Eso significa que solo has de esperar que circule desde el equipo hasta el grifo que acabas de abrir. No hay nada más instantáneo que eso.

Y si el termo dispone de sistema de rellenado por Brisejet el agua se irá renovando en la cuba sin turbulencias, lo que facilita más agua caliente y a temperatura más constante durante más tiempo.

4. Fácil de usar

Los termos van solos. Como mucho subes un poco la temperatura del agua en invierno y la bajas en verano. Y eso se hace normalmente con una rueda de control o, en los modelos más modernos, mediante un display digital.

Es más, los nuevos modelos como Onix de la serie “Connect” de Thermor incorporan incluso conectividad WIFI. Para que puedas hacer ese ajuste desde el móvil y consultar cuánta agua caliente queda en el depósito. O aprendan de tus hábitos adaptándose a las necesidades de uso, lo que nos permite ahorrar hasta un 20% comparado con un termo convencional.

5. Energía limpia

Los termos no usan ningún tipo de combustible fósil. Son 100% eléctricos y eso significa que pueden alimentarse desde una fuente de energía generada por tecnologías sostenibles como la eólica o la solar.

Existen incluso los termos impulsados por energía aerotérmica. Son equipos de alta tecnología que usan las calorías contenidas en el aire para calentar el agua. Esta solución es evidentemente la más sostenible y la que menos consume. Los podéis encontrar en el mercado bajo el concepto de “Bombas de calor para ACS» (agua caliente sanitaria). Y dos buenos ejemplos de su eficiencia son los modelos fabricados por Thermor en la gama Aéromax.



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