Celebremos una Navidad Niksen. Una casa feliz.

Hace unos 5 años los daneses exportaron al mundo una palabra. El “Hygge” Un concepto 100% danés que, según los autóctonos era el secreto para hacer los hogares más cálidos, el chocolate más espeso, los calcetines más calentitos y la gente más feliz. Todas las revistas de decoración se subieron al carro y se llenaron páginas y vídeos hablando del tema.

Pero vivimos en una sociedad con un hambre permanente por la novedad. Y ahora parece que un concepto nuevo llega para desbancar el Hygge: Se llama “Niksen” y también nos llega del norte de Europa.

¿Qué significa? Pues en realidad, nada. O sea, no que no signifique nada, sino que se refiere a “nada” en cuanto a no hacer absolutamente nada. Vamos, lo que los italianos llaman el “dolce fare niente”, solo que los italianos lo dicen mientras se imaginan estar bailando y con un Martini en la playa. Y los holandeses lo han transformado en una bandera de un estilo de vida más simple y sin estrés.

Y, claro, para vivir el Niksen es importante crear un espacio en el que puedas relajarte de verdad, uno que te permita desconectarte del ajetreo cotidiano y zambullirte completamente en el ahora.

El estilo Niksen nos propone recuperar la esencia primera de las cosas, disfrutar de lo natural, saborear la simplicidad. Y eso, a nivel decorativo, implica abrazar el minimalismo y el orden; huir del caos y las distracciones para desconectar y relajarte con mayor facilidad.

Los ambientes Niksen son, obviamente, espacios con una atmósfera escandinava en los que el confort es la prioridad absoluta.

Así que… ¿Y si pudiésemos aplicar este nuevo concepto para disfrutar de unas fiestas más relajadas y confortables?

Para empezar, debemos romper con el clásico decorativo navideño: más estrellitas, más leds, más adornos es mejor. No, en realidad, según el estilo Niksen hay que aprovechar mejor la luz natural. Esta luz es clave para nuestro bienestar y vamos a dejar que inunda las estancias. Y la acompañamos con colores claros, grandes ventanas, cortinas traslúcidas y con espejos puedes aumentar la luminosidad en cualquier ambiente.

Y cuando la luz empiece a caer, busca el confort de las velas y la luz indirecta. Puedes incluir guirnaldas botánicas y algunos elementos ornamentales, pero siempre en colores poco saturados, relajantes.

¿Y el árbol? Pues ya te hemos dicho que este movimiento apuesta por recuperar el placer de lo natural, así que pon un árbol bonito, vivo, que transmita buenas sensaciones. Y decóralo de manera muy simple. Uno o dos colores como máximo. Este año, una de las tendencias es la combinación del azul y el dorado, por ejemplo. El azul es relajante y el dorado le añade un acento más festivo y tradicional. Otras combinaciones pueden ser oro y plata o blanco y gris. Y luego pon cerca una buena butaca en la que puedas sentarte a tomarte un té y dedícate 10 minutos a contemplar lo bonita que has dejado la casa. Escucha tu silencio mental. Eso es disfrutar del estilo Niksen 😉



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