¿Síndrome postvacacional? No gracias

No dejes que te engañen. El año no empieza el 1 de enero. Empieza el primer día de trabajo después de las vacaciones. Nuestro cerebro y nuestros niveles de estrés se han reiniciado y parece que todo es nuevo. Pero a menudo, volver a la rutina, al despertador y a las obligaciones puede generarnos sensaciones como ansiedad, apatía, irritabilidad… Vamos, a lo que técnicamente se ha decidido etiquetar como el “Síndrome postvacacional”.

Para combatirlo te recomendamos un poco de paciencia y mucha agua. O, mejor aún, leer estos consejos y ver cuántos de ellos estás a tiempo de aplicar en tu caso:

1. Programa tu regreso con calma.

No es muy buena idea volver de Bali el día antes de que te caiga encima la rueda de la rutina. Mejor si puedes contar con uno o dos días para deshacer maletas, recuperar la agenda y empezar a mentalizarse de la situación. Empieza a despertarte antes y ha reordenar tus horarios.

2. Menos cañitas y un poco más de deporte

Parece que el alcohol tiende a agravar los efectos del síndrome postvacacional. Así que para relajarte es mejor que reserves un tiempo cada día a quemar adrenalina con algo de deporte. Eso te ayudará a desconectar los primeros días y, al liberar endorfinas, mejorarás la sensación de optimismo y bienestar.

3. Piensa bien y acertarás

Vuelves al trabajo y allí te esperan cientos de mails por contestar, te han convocado a dos reuniones en Teams y tu jefa te pide un estatus completo para mañana. Es normal. Respira y enfócate en una cosa cada vez. No dejes que el agobio tome las riendas y avanza con paso firme pero con tranquilidad. Al final del día haz un repaso de todo lo que has conseguido, eso te dará ánimos y te ayudará a cerrar el día con una sensación de logro conseguido.

4. Al llegar a casa, disfrútala

Descálzate y dedícate unos minutos a ti. No hay espacio más reconfortante que el confort y la seguridad de tu casa. Date una buena ducha, pon tu música preferida y vuelve a encontrar los pequeños placeres que son compatibles con la rutina del día a día.

Se supone que las vacaciones son para disfrutar, desconectar un poco y volver descansados y motivados. No dejes que el síndrome postvacacional te arruine su final feliz.


También te gustará


Comentar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies