Vive con buenas vibraciones gracias al FENG-SHUI

Seguro que ya hace mucho que oíste hablar a una amiga o amigo del Feng-Shui. O que viste una publicación en Instagram o que tropezaste con algún comentario sobre el tema en un programa de interiorismo. Hay mucha gente que habla de esta filosofía como si fuese sinónimo de decoración “estilo oriental” o de “minimalismo”. Pero en realidad no tiene nada que ver ni con uno ni con lo otro.

La cultura China basa gran parte de sus filosofías en el fluir del Chi (o “Qi”), una energía que fluye continuamente por la Naturaleza, y cuya interrupción supone todo tipo de trastornos físicos y psicológicos. Y Feng-Shui es básicamente una manera de buscar el equilibrio de esa energía en nuestro entorno inmediato. ¿Cómo? Pues siguiendo algunas normas en la distribución de los elementos que nos rodean y cuidando detalles como la ventilación, la armonía o la luz.

No vas a aprender una filosofía milenaria en 10 minutos. Pero podemos ayudarte a dar los primeros pasos si es de tu interés:

  1. Cuida la entrada de casa. El es principal punto por el que entra el Chi. Mantén la puerta limpia (si, también por fuera) y cuida el estado del felpudo, ese gran olvidado. Si además puedes poner alguna planta como señal de bienvenida, mucho mejor.
  2. El baño es un punto de fuga, pon atención. El agua es un elemento de erosión: cada vez que se va se lleva un poco de nuestra energía. Por eso es tan importante mantener en muy buenas condiciones la zona del baño. Cuida los grifos y las cisternas para que no goteen (la fuga de agua es fuga de bienes). Y compensa las pérdidas inevitables de Chi decorando con colores llenos de energía como naranja, amarillo, verde y rojo para toallas y cortinas. Y usando colores naturales (tierra, beige, etc.) para paredes y muebles. También ayuda incluir plantas naturales y sobre todo evita los colores anti energéticos: blanco, negro, azul y gris.
  3. La cocina es el corazón de tu casa. Hazla latir con energía positiva. Mantén los fogones limpios y asegúrate de usarlos todos para que fluya su potencia. Cada fuego es un liberador de energía y no debes bloquearla. Es importante una buena separación entre esa zona de fuego y la zona de aguas (nevera, fregadero, lavavajillas). No quieres que tu energía se erosione por el flujo del agua.
  4. Mantén una buena circulación del Chi por el salón. Aquí es donde la energía tiene más transformaciones, donde se mueve más. Es básico tener una buena luz natural, ventilar muy a menudo y tener suficientes plantas que limpien el ambiente. Nunca pongas asientos (ni sofás ni sillas) de espaldas a una puerta. Evita los muebles con aristas pronunciadas y procura que el televisor no reine en la estancia. De hecho, si puedes esconderlo dentro de un armario, mejor.
  5. Los materiales son importantes. Elige siempre que puedas elementos de la naturaleza: madera, tejidos naturales como el lino o el cáñamo, objetos de terracota…
  6. Evita el caos. El nivel de tranquilidad, limpieza y orden de tu entorno reflejan el estado energético de tu vida. Y la prosperidad huye del caos, así que intenta centrarte en conservar cada cosa en su sitio y tener un sitio para cada cosa.

 



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